En un año en el que el teletrabajo ha crecido exponencialmente, las empresas administraciones y sistemas educativos, entre otros, se han visto forzadas a adaptarse. Una transformación plagada de oportunidades, pero también de riesgos que han llevado a los especialistas informáticos a adaptar las líneas de defensa para minimizar la exposición a toda una variedad de ataques cuando trabajadores y estudiantes se conectan a los servidores desde su casa o desde aparatos inteligentes como teléfonos y tabletas.  Esta transformación se ha hecho tan rápidamente que por el camino han dejado brechas de seguridad al descubierto.

     Por ejemplo, durante la pandemia han aumentado el número de sitios web de compras en línea y de comerciantes que venden por internet de forma fraudulenta. “Desde imitadores de sitios web de marcas populares hasta servicios fraudulentos que nunca entregan la mercancía, el coronavirus ha revelado debilidades en el modelo de confianza utilizado en las compras por internet”, advierten los expertos europeos. 

     La ciberseguridad es, desde hace años, un reto mayúsculo, pero con la pandemia de la Covid-19, ha cobrado aún más vigencia. Y es normal, porque durante los últimos meses, se ha acentuado nuestra vida digital. No únicamente con el teletrabajo, todas nuestras relaciones personales han pasado de las calles a los mails, a los mensajes de Whatsapp y a las videollamadas grupales.

     Más allá de las máscaras y el distanciamiento social, la ‘nueva normalidad’ también ha acentuado los riesgos de sufrir un ataque. Esta situación se ha convertido en una oportunidad para ciberdelincuentes que saben utilizar herramientas de la red para engañar a los usuarios y para alimentarse robando sus datos o su identidad. Según un estudio de IBM Security, la capacidad de las empresas de contener los ataques ha disminuido un 13% los últimos cinco años.

     Los ataques informáticos para usurpar datos personales, información empresarial y financiera se han disparado en los últimos meses. Con ello buscan robar dinero o información que sirva para chantajear a la compañía o para venderla a terceros en el mercado negro.

     Desde M.Maraver os damos unos consejos para esquivar las amenazas de los ciberataques.

  • Hay que verificar siempre el remitente de los correos electrónicos, desconfiar de aquellos que inciten a pulsar un enlace o descargar un archivo adjunto y vigilar donde redirige ese enlace sin hacer clic.
  • Con respecto a las empresas, deben hacer una mayor inversión en formar a sus empleados. Eso puede ayudar a que se produzcan errores humanos ante fuentes desconocidas. Y contratar un Seguro de Ciberseguridad.